![]() ![]() La historia prometía, las bolitas de papel siguen apareciendo y casualmente Gamadge las en Esta es la séptima entrega de Henry Gamadge, un personaje detective-escritor creado por la autora, y según se anuncia, es “auto conclusivo”. Todo comienza cuando el cartero intuye que alguien está tratando de comunicarse con Gamadge y está arrojando bolitas de papel fuera de la mansión de los Fenway y como el detective-escritor es muy conocido, le informa y éste hace todo lo posible por entrar a la mansión. Los Fanway pertenecen a una familia aristocrática aparentemente perfecta pero en cuanto el detective Gamadge empieza a indagar un poco sobre ellos descubrimos que hay algo que no va del todo bien en la casa.Įs una novela de tipo whodunit que nos hará dudar sobre la identidad del asesino y sus motivaciones.Įs una novela que entretendrá a los amantes del género.Įsta es la séptima entrega de Henry Gamadge, un personaje detective-escritor creado por la autora, y según se anuncia, es “auto conclusivo”. Los Fanway pertenecen a una familia aristocrática aparentemente perfecta pero en cuanto el detective Gamadge empieza a indagar un poco sobre ellos descubrimos que hay algo que no va del todo bi Me ha parecido una novela adictiva, aunque tiene un planteamiento que al principio me pareció un poco aburrido (una bola de papel que aparece junto a la casa de la familia Fenway de forma recurrente y que es encontrada por el cartero) y me costó un poco meterme en la historia pero al final logró atraparme. Me ha parecido una novela adictiva, aunque tiene un planteamiento que al principio me pareció un poco aburrido (una bola de papel que aparece junto a la casa de la familia Fenway de forma recurrente y que es encontrada por el cartero) y me costó un poco meterme en la historia pero al final logró atraparme. He will ultimately, of course, unravel the mystery, but even more delightful than the solution is the peek at what the New York Times called New York at its most charming.more Daly does take Henry Gamadge, her gentleman-sleuth, on the occasional jaunt to the country, but in Arrow Pointing Nowhere they're both back on the Upper East Side, where Gamadge has been receiving missives suggesting that all is not right at the elegant Fenway mansion. But if the boys are instead at Yale, odds are that you're reading its American counterpart, the New York mansion mystery a genre largely invented and perfected by Elizabeth Daly. If they send their sons to Oxford and occasionally knock each other off, you've got a country-house murder mystery, the delight of classic English crime fiction. Take one grand house, stuff it with staff, and make it home to several generations. But if the boys are instead at Yale, odds are that you're reading its American counterpart, the New York mansion mystery a genre ![]()
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